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El 74% de trabajadoras remuneradas del hogar en Ecuador ha vivido algún tipo de violencia en su entorno

El 30 de marzo se conmemora el Día de las Trabajadoras Remuneradas del Hogar, como reconocimiento a su labor y para la promoción de sus derechos laborales con salarios justos y entornos libres de violencia.

En el año 2021 la Asamblea Nacional declaró el 30 de marzo como el Día Nacional de las Trabajadoras Remuneradas del Hogar, gracias al trabajo de incidencia de los sindicatos de trabajadoras remuneradas del hogar (TRH) y de la Mesa Interinstitucional de Apoyo a las Trabajadoras Remuneradas del Hogar.

Para conmemorar un año de esta fecha significativa, la Mesa Interinstitucional propone el desarrollo de la Jornada de reflexión denominada “Los derechos de las trabajadoras remuneradas del hogar: desafíos en la implementación de sus derechos humanos y laborales”.

Esta jornada tendrá lugar el día miércoles 30 de marzo, a las 11h00, en el Salón Manuela Sáenz de la Universidad Andina Simón Bolívar y su objetivo es reflexionar sobre la importancia que tiene el trabajo remunerado del hogar y los retos en la garantía de los derechos humanos y laborales de las TRH, pues es uno de los espacios laborales más precarizados y con mayor incidencia de violencia de género.

Según datos de la Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género (ENVIGMU, 2019), el 65% de las mujeres han vivido algún tipo de violencia, para el sector remunerado del hogar esa cifra aumenta al 74%[1], sea esta violencia sexual, psicológica, física e incluso violencia económica. Las TRH inician su trabajo a edades muy tempranas, muchas son migrantes internas e internacionales que deben enfrentar situaciones de discriminación y violencia por su condición económica, étnica, edad, lugar de nacimiento, entre otras realidades que dan lugar a formas de precarización y explotación laboral; colocándolas continuamente en situaciones de violencia de género en el mundo del trabajo y en el espacio privado[2].

Con la pandemia de la covid-19 esta situación se agravó y también sus condiciones laborales, pese a que el trabajo remunerado del hogar es crucial para la reproducción de la vida e incluso para evitar el contagio de este virus[3].

La Mesa Interinstitucional de Apoyo a los Derechos de las Trabajadoras Remuneradas del Hogar, en julio del 2020, realizó una encuesta en línea que alcanzó a 436 TRH a nivel nacional, de las cuales el 48% perdió su empleo durante la pandemia y solo el 6% recibió liquidación de acuerdo a lo que establece la ley. De quienes mantuvieron su trabajo durante la pandemia, 7 de cada 10 recibió su salario incompleto y más de la mitad vieron reducida su jornada laboral (Mesa TRH, 2020).

Frente a esta situación, la Mesa Interinstitucional realizó campañas de sensibilización para evitar los despidos intempestivos de las TRH, campañas dirigidas a personas empleadoras para que brinden seguridad e insumos de protección frente a la covid y campañas para informar a las TRH donde pueden denunciar la vulneración de sus derechos y dónde pueden llamar en caso de presentar problemas en su salud, esta información también se encuentran disponible en aplicativo móvil  “TRH Unidas”.

En este contexto, el 30 de marzo permite generar espacios de sensibilización dirigidos hacia la población ecuatoriana, sobre todo hacia las personas empleadoras, sobre cómo las TRH aportan con su trabajo, al trabajo de cuidados y a la reproducción de la vida y al desarrollo del país. Sus derechos humanos y laborales no solo los garantiza la Constitución y el Convenio 189 de la OIT sobre trabajadoras y trabajadores domésticos y el Convenio 190 sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo y su Recomendación 206[4], sino que es el Estado, es decir, sus instituciones y la sociedad en general, son los actores clave llamados a hacer efectivos los derechos humanos y laborales de estas trabajadoras.

El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, en las Observaciones finales sobre el décimo informe periódico del Ecuador, en su recomendación 32, litera b) y c), es importante que: “(…) se afiance mecanismos para aplicar el Convenio sobre las Trabajadoras y los Trabajadores Domésticos, 2011 (núm. 189) e incorporarlo a la legislación nacional y c) Se asegure de que en la Mesa Interinstitucional de Apoyo a los Derechos de las Trabajadoras Remuneradas del Hogar se aborden las condiciones de explotación laboral de los niños y adolescentes empleados en el servicio doméstico sin permiso de trabajo, en su mayoría mujeres que trabajan jornadas extremadamente largas, a veces sin remuneración (…). Acciones que son nuevos retos para la Mesa Interinstitucional de Apoyo a los Derechos de las Trabajadoras Remuneradas del Hogar.


[1] Actualización del Estado de Situación de los Derechos Humanos y Laborales de las Trabajadoras Remuneradas del Hogar en Ecuador, CARE (2020)

[2] Informe final del Estudio de Documentación de la violencia y el acoso en el lugar de trabajo contra las trabajadoras remuneradas del Hogar en Ecuador, Colombia, México, Honduras y Guatemala (s/f).

[3] Ver: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45724/1/Informe_CEPAL-ONUmujeres-OIT_es.pdf

[4] Este último convenio fue ratificado por el Ecuador en el 2021 gracias a los sindicatos de TRH y al impulso de la Mesa Interinstitucional de Apoyo a los Derechos de las TRH